embarazo en los primeros tres meses



Durante el embarazo pueden aparecer ansiedades, las cuales producen una sintomatología física y fantasías propias. Este período se caracteriza por la presencia del estrés e inseguridad emocional. En un primer momento, no estás segura de estar gestando en tu vientre a un futuro bebé, así mismo, esta inseguridad se acrecenta con la idea de querer lo mejor para él, preocupándote de su bienestar. No obstante, si el embarazo ha sido deseado y buscado con anhelo, experimentarás una gran alegría y euforia.

En este importante periodo debes tener una serie de cuidados para no correr riesgos y vivir una gestación feliz



Los tres primeros meses del embarazo serán los más misteriosos para ti, sobre todo si eres primeriza. Mientras el primer mes pasa desapercibido, en el segundo empiezan los cambios.
Generalmente los primeros sentimientos que se experimentan son miedo y angustia ante la posibilidad de que algo falle, por eso debes mantener una serie de cuidados imprescindibles para no correr riesgos y tener una gestación feliz.
Lo primero que experimentas
Los primeros síntomas como embarazada son que la menstruación no llega y a medida que pasan los días, sientes una mayor sensibilidad en los pechos, un aumento de color en el área oscura que rodea al pezón y posiblemente náuseas por la mañana.
Éste es el momento de acudir al médico o utilizar una prueba de embarazo para asegurarte de que estos síntomas significan que estás embarazada. Si confirmas tu embarazo con una prueba, ya sea de laboratorio o casera, debes visitar a tu ginecólogo y realizarte los exámenes que él te solicite.
El proceso más hermoso
Lo primero que debes considerar es que tu estado es normal, no temas a los cambios que te
Poco a poco, empiezas a tomar conciencia de los cambios que se producen en tu cuerpo y, es en estos momentos, cuando el malestar físico y el desajuste emocional, te recuerdan que realmente ya eres una embarazada. Por otra parte, los vómitos, naúseas y mareos te pueden causar estrés.
Sueles padecer un síntoma que se conoce con el nombre de hipersomnio o, lo que es lo mismo, deseas dormir más de lo habitual. Ahora no son suficientes las horas de sueño que destinabas con anterioridad. La necesidad de dormir se corresponde técnicamente a una “regresión” (identificación con el feto) y, es motivada por las modificaciones hormonales y la sensación de incógnita. Es decir, como tu inconsciente no puede definir la causa de estos cambios, la solución es el intento de apartar los estímulos mediante la vía de reposo.
Un apunte curioso: son frecuentes los sueños relacionados con el vaciamiento y el hurto, correspondientes al temor ante un posible aborto. Es muy posible que disminuya la apetencia sexual, bien por malestar corporal o bien por prejuicios (temor a hacer daño al futuro bebé, estética, religión,…).
No obstante, según avanza la gestación, los mecanismos de repulsa y las ansiedades se ven atenuados por el deseo de ser .

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